El cambio es inevitable en nuestras vidas.
Estemos conscientes o no, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian.
Ante estos cambios, nuestra forma "normal" de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo que necesitamos buscar una nueva opción.
Cambiar significa modificar nuestra conducta o forma de pensar ante una nueva situación.
Aun sin darnos cuenta, lo que vamos viviendo va modificando nuestro carácter.
Algunos aspectos se fortalecen, otros se debilitan y surgen nuevas conductas, formas de pensar, etc.
"Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar". Son comentarios que escuchamos con mucha frecuencia.
Pero si analizas tu forma de actuar en estos momentos y la comparas con la de hace 10 o 20 años, seguramente notarás la diferencia en muchos aspectos.
El cambio nos da miedo, porque:
Ante estos cambios, nuestra forma "normal" de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo que necesitamos buscar una nueva opción.
Cambiar significa modificar nuestra conducta o forma de pensar ante una nueva situación.
Aun sin darnos cuenta, lo que vamos viviendo va modificando nuestro carácter.
Algunos aspectos se fortalecen, otros se debilitan y surgen nuevas conductas, formas de pensar, etc.
"Yo soy así y así he sido siempre", "es muy difícil cambiar". Son comentarios que escuchamos con mucha frecuencia.
Pero si analizas tu forma de actuar en estos momentos y la comparas con la de hace 10 o 20 años, seguramente notarás la diferencia en muchos aspectos.
El cambio nos da miedo, porque:
1) No sabemos cómo manejar situaciones nuevas o diferentes.
2) Puede provocar algún tipo de pérdida, ya sea física, moral, emocional, etc.
3) Podemos equivocarnos y ser criticados por los demás y/o por nosotros mismos.
4) La falta de control que sentimos. Esto generalmente nos angustia.
2) Puede provocar algún tipo de pérdida, ya sea física, moral, emocional, etc.
3) Podemos equivocarnos y ser criticados por los demás y/o por nosotros mismos.
4) La falta de control que sentimos. Esto generalmente nos angustia.
La manera de enfrentar el cambio, depende, en gran parte de nuestra autoestima.
Cuando nos sentimos seguros y capaces, vemos el cambio como un reto o una motivación positiva.
Cuando nos sentimos incapaces o poco valiosos, el cambio nos disgusta e incluso nos asusta.
Nuestra manera de enfrentar el cambio depende de lo que aprendimos durante la infancia o ante ciertas situaciones dolorosas.
Pero siempre podemos aprender a enfrentarlo de manera positiva, aprendiendo de él y mejorando nuestra vida.
Lo importante es no tenerle miedo y modificar las ideas y creencias falsas y nuestra forma de pensar equivocada, que han mantenido ese miedo.
Cuando nos sentimos seguros y capaces, vemos el cambio como un reto o una motivación positiva.
Cuando nos sentimos incapaces o poco valiosos, el cambio nos disgusta e incluso nos asusta.
Nuestra manera de enfrentar el cambio depende de lo que aprendimos durante la infancia o ante ciertas situaciones dolorosas.
Pero siempre podemos aprender a enfrentarlo de manera positiva, aprendiendo de él y mejorando nuestra vida.
Lo importante es no tenerle miedo y modificar las ideas y creencias falsas y nuestra forma de pensar equivocada, que han mantenido ese miedo.
Ok. Importante que nosotros reflexionemos sobre esto que escribes, porque nuestra actitud personal ante los cambios redundará en cómo ayudamos a nuestros clientes y usuarios en nuestros proyectos de cambio.
ResponderEliminar